;
Llueve te has levantado con “Hotel
Ceiling”. Un “amago” de saltos en la cama. Corriendo a la ducha. Sale
calentita. De repente el chorro a medio gas. Que frío. Albornoz. Porque no eres
de toalla. Media hora empelete leyendo bloggs. No será por ropa, pero ninguna
te convence para el día de hoy. Los jerséis abandonados que tanto te pusiste ahí
están. Putos anuncios de YouTube que aparecen en tu canción favorita. Se han acabado
las galletas de dinosaurio recubiertas de chocolate blanco. Al zumo se le
escaparon las vitaminas. Se quedaron abajo. Casi un actimel de fresa. Sigue sin
responderte a tus mensajes quien quieres. Y eso que dijiste que nunca más.
Odias esa sensación de paso de ti, porque lo sabes que es así… Pero aguantas
porque es TU PUTA VIDA ENTERA. Agobio. Toca despejarse. Va siendo hora de
quedar con las locas esas a las que se las llama “sisters”. Si consiguieras
separarlas de sus novios por cinco minutos, igual se podría organizar algo. El día
perfecto para no poder moverse en ningún centro comercial de la ciudad. No hubo
respuesta suya desde que las últimas dos noches le dijiste “hasta mañana mi vida que duermas bien”. Y sigues dándole vueltas. Tonterías.
Rayada o que dice? Que ganas tienes de comprar vodka en vez de comida familiar.
Anda, si queda un trozo de pizza. Pillas la cazadora vaquera, con esos
pantalones medio rotos, las típicas vans que ni están nuevas ni rotas enteras.
A girar por el centro de la ciudad, sin paraguas. Para no hablar con nadie.
Llegas a casa con las playeras llenas de agua. Chof, chof… Huellas de agua por
todo el pasillo. Tienes frio. Coges tu manta favorita. Te enrollas en ella.
Vuelves a mirar su conversación. Ultimo mensaje hace dos días. Dos putos días y
ya le echas de menos. No es normal. Nada normal. Cascos. Música. Vuelven las
mismas tonterías de nuevo. Te tapas entera. Uii una lagrima. Horas después,
cinco pañuelos empapados. No es fácil. No es nada fácil. Y la gente eso no lo
entiende. Por eso la única manera que tienes es llorar sola, cuando no puedes más.
Cuando faltan minutos para que la cabeza te estalle. Y todo por tonterías. No
te das cuenta. Te quedas dormida. Te despiertas y sabes que todo sigue igual.
Pero no es lo mismo. Has dejado de pensar tonterías. Tal vez la solución de
todo sea soñar. Se puede decir que existen muchos días así. Pero también puedes
decir que nada ni nadie te va a quitar eso que sientes por él. Y que le seguirás
sacando sonrisas hasta el fin de sus días. Todos los días de su vida. Pase lo
que pase♥
[18O511]
No hay comentarios:
Publicar un comentario