1 de Diciembre. Se
ha pasado rápido el año, muy rápido diría yo. Ya estamos en el último mes de
esos 365 días de los que todo el mundo habla a principios de año. Con ello,
llega la felicidad por la llegada de la Navidad para algunas personas, la
tristeza para otras por la falta de personas importantes que no pueden estar o
que por algún motivo se fueron de nuestras vidas… En mi caso… ya hace 7 años
que mis navidades cambiaron por completo…ya no son lo que eran, ya no le doy
tanta importancia a las navidades. Siempre he querido retroceder en el tiempo,
volver a las cosas de antes, el ir corriendo a donde él y contarle que los
reyes se habían comido todo lo que la noche anterior le había dejado junto el
árbol o comer nuestras bolitas de pescado juntos, que nos hacia la abuela todos
los años por estas fechas… El quedarnos dormidos en tu sofá después de la cena
porque me decías que sino los reyes no venían… se podría decir que son pequeñas
cosas que marcan la diferencia, pero para mí son unos enormes recuerdos
inolvidables, a los que me gustaría volver y que no solo marcan la diferencia
sino que me marcaron toda mi infancia. El, mi segundo padre… el mejor abuelo
del mundo. Al que la vida se lo llevo por estas fechas, yo recuerdo que te dije
que el año siguiente te debía una bolita de pescado más porque a ti te
encantaba que me comiera las tuyas y tú me dijiste el año que viene nos comemos
muchas muchas.. Pero no pudo ser…Ahora como mucho, puedo ir a sentarme delante
de aquel trozo de mármol, donde apareces
tan guapo y sonriente como siempre lo has sido, en la esquina superior derecha,
y desde ahí contarte todo porque siempre tengo la esperanza que estás ahí.
Te echo mucho de menos abuelo♥
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